¿Te imaginas trabajar en una semana laboral de cuatro días? En una empresa de Nueva Zelanda, Perpetual Guardian (250 empleados) lo ha implementado, sin que dicha reducción afecte al salario de sus trabajadores y sin que su puesta en marcha sea obligatoria: los propios trabajadores decidirán su horario en función de sus necesidades de conciliación laboral y familiar, aquellos que mantienen su jornada de cinco días semanales, disfrutaran el quinto día de una mayor flexibilidad en sus horarios de entrada y salida, en función del tráfico o de sus necesidades de cuidado infantil.
La iniciativa, que ya está implementada en Alemania y Países Bajos, estuvo en periodo de prueba durante un par de meses para mejorar el bienestar de sus trabajadores y, al mismo tiempo, cuantificar cómo afectaba a la compañía en todos los sentidos; ‘el 78% de los trabajadores experimentó una mayor conciliación en su vida laboral y personal al trabajar sólo cuatro días pero cobrando como si hubieran fichado cinco’, según informa el periódico The Guardian. El medio añadía también que, previo al estudio, el sentimiento de conciliación era del 54% para los empleados, el nivel de estrés se redujo a un 7% y el de satisfacción creció un 5%.
En España
La jornada legal máxima en España viene regulada en el artículo 34.1 del Estatuto de los Trabajadores, en el cual se expone que será pactada en contratos o convenios colectivos, y que su duración no podrá ser superior a las 40 horas semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual. Deben trabajarse 48 horas a la semana, con un límite de 8 horas diarias; teniendo en cuenta que en la semana se deben trabajar sólo 6 días de 8 horas.
Sin embargo, existen iniciativas que anuncian que la jornada laboral en España se está transformando; los empleados públicos de la Junta de Andalucía dispondrán de 35 horas presenciales y 2,5 horas que pueden realizarse desde casa. Y es que, según el grupo de expertos del grupo SPEC, compañía especializada en sistemas de control horario y accesos, la conciliación, el teletrabajo y el derecho a la desconexión suponen el futuro hacia una nueva realidad de la jornada laboral en España.