Presionado por tu jefe para que dejes la empresa?… Ésto también puede ser acoso laboral.
Como abogada laboralista me he encontrado muchas veces con casos en los que empleados competentes, cualificados y motivados con la empresa en la que trabajan, se han topado en un momento dado de su carrera profesional con un superior, que ha utilizado tácticas sutiles para llevar al límite a sus subordinados y empujarles así a tomar la decisión de dejar “voluntariamente” la empresa. Las razones pueden ser muy variadas. Desde el deseo de abaratar costes de personal, hasta el temor de que el trabajador pueda llegara a hacerles sombra.
“Se cree erróneamente que solo se despide a la gente por no cumplir con su trabajo pero en ocasiones, ser demasiado competente puede costarte el puesto de trabajo”
5 signos que revelan que tu jefe quiere que te vayas:
– Sobrecarga de trabajo. Te da tal volumen de trabajo que te es completamente imposible cumplir con el. De esta forma esperará pacientemente a que no cumplas con alguna de las tareas que se te ha encomendado para inmediatamente llamarte la atención frente al resto de compañeros y/o superiores.
En algunas profesiones con horarios rotativos la forma más habitual para desgastar el ánimo del trabajador es asignarle los turnos más duros, los que nadie quiere, (fines de semana, festivos, noches…)
– Otro tema controvertido y de actualidad que encaja muy bien en esta forma de quemar a un trabajador es imposibilitar su desconexión digital. Consiste en que tu superior se dedica a mandarte emails o whatsapp de forma sistemática fuera del horario de trabajo. Por la noche, los fines de semana, durante las vacaciones. Esta situación puede generar mucho estrés al trabajador al no permitirle que desconecte realmente de sus funciones.
– Puede darse el caso justo contrario. Empieza a desasignarte tareas, a dárselas a otros compañeros para que estés sin nada que hacer, que se te hagan las horas eternas y que todo el mundo vea cómo pierdes el tiempo. Claramente estarían recabando pruebas para tener justificado un despido objetivo si no abandonas tu antes y así pagarte el mínimo que contempla la ley. Es decir: 20 días por año, en lugar de los 33 0 45 días por año que te corresponden.
– Órdenes contradictorias y estructura jerárquica poco clara: Te dan muchas instrucciones poco clara y unas contradicen a las anteriores y tu no tienes claro qué debes hacer, qué es prioritario ni a quien debes reportar tu trabajo.
– Falta de reconocimiento. Sin duda esta es la manera más común para desgastar a una persona comprometida con su trabajo y con la empresa. No reconocer nunca lo que hace bien. Podemos enumerar muchos ejemplos de cómo hacer esto con un empleado:
- Nos podemos encontrar con el tipo de jefe que “se cuelga siempre las medallas” del trabajo de sus empleados o no da la cara por ellos. Si las cosas salen bien serán mérito de tu jefe y si salen mal obviamente la responsabilidad será exclusivamente tuya.
- Falta de proyección en la compañía. Esto significa que el trabajador percibe que por mucho que se esfuerce, nunca se le valora a la hora de una promoción interna o ascenso. Cuando surge la posibilidad de ascender y cubrir un puesto de mayor rango para el que se ha estado esforzando, traen a una persona de fuera, más joven, menos cualificada y además se te encomienda la tarea de tener que enseñarle como funciona la empresa. Eso quema a cualquiera!
- El jefe que nunca cumple sus promesas. Ese que te explica año tras año que no es el momento de ascenderte pero que te va a tener en cuenta para el año que viene, que lo comprendas, que la situación de la compañía no es buena pero que en cuanto pueda te va a dar un aumento de sueldo…. Y así rompe sus promesas una y otra vez.
- Otra forma muy utilizada en empresas grandes para “quitarse de en medio” a altos directivos que llevan muchos años en plantilla con sueldos importantes es a través de lo que se conoce como bonus. Al no existir regulación que obligue a cumplir ningún requisito legal para pagar estas primas, directivos y gerentes que llevan cobrando años esta gratificación anual, ven como sin justificación alguna dejan de percibirla. Esto es claramente una invitación para que sea el propio empleado el que decida buscarse otro trabajo.
¿Qué derechos tiene un trabajador frente a este tipo de situaciones?
Si crees que en tu empresa te están poniendo entre la espada y la pared, que no puedes aguantar más la situación y por eso estás buscando ya otro trabajo, debo decirte que podrías estar sufriendo acoso laboral
A priori se podría creer que acosar a un trabajador consiste en gritarle, insultarle, humillarle pero el tipo de acoso al que nos referimos en este artículo es algo más sutil, pero no por eso menos devastador en el ánimo de una persona que está dando lo mejor de sí mismo en su trabajo.
Medidas a tomar frente al acoso laboral:
1- Se puede solicitar que la empresa cese en aquellos actos o comportamientos que puedan considerarse de acoso laboral mediante una demanda de tutela de derechos fundamentales.
2- Otra vía es la demanda de extinción de la relación laboral por voluntad del trabajador. El trabajador será libre de dejar de prestar servicios para la empresa basando su solicitud en un incumplimiento contractual grave y culpable del empresario. La indemnización prevista por este incumplimiento empresarial es equivalente a la establecida para un despido declarado improcedente.
En un mismo procedimiento se puede acumular las dos peticiones, la extinción del contrato de trabajo y la reclamación por lesión de un derecho fundamental. Por tanto, junto con la indemnización por extinción del vínculo laboral se puede solicitar una indemnización por de daños y perjuicios.
Conviene informarse de estos extremos ya que la dificultad a la hora de defender estos asuntos radica en que es el trabajador quien deberá demostrar que se ha producido el acoso y la relación causal, clara y directa, entre el incumplimiento de la empresa y el daño sufrido.
Si quieres hacernos una consulta sobre este tema, llámanos o escríbenos aquí mismo y estudiaremos tu caso concreto para ofrecerte la mejor solución.
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